martes, 10 de junio de 2008

Le Dragon Bleu

















En el 4º Festival de las Artes de Castilla y León se presentó, en régimen de co-producción el 4º dragón de Lepage. Al final del tercer dragón, un joven canadiense llega a Shanghai y se introduce en el sector de las artes plásticas. Casi veinte años después, este joven -y su historia familiar- es el protagonista del Dragon Bleu. Lepage en el escenario resulta, siempre, inquietante. Multiforme -pese a que en esta pieza sólo interpreta al mismo personaje- el rostro de Lepage es tan voluble que llega a confundirse con el de la estupenda Tilda Swinton (que protagonizó su film Possible Worlds, 2000). Pierre Lamontaigne vive en Shanghai, se relaciona como puede con las mujeres y con la memoria de su padre. Se tatúa un gran dragón en la espalda y se lía con la tatuadora. Después, como en Andersen Project, la maternidad/paternidad. No emociona como los tres dragones previos, ni sobrecoge como el The Far Side of the Moon, ni crea un vínculo inolvidable con las víctimas de la Geometría de los Milagros, ni sorprende como el Elsinore, ni te acerca al horror de la fragilidad del Andersen Project. Sin embargo, y pese a cierta ligereza, como el que no quiere la cosa, se da cuenta uno que ciertas imágenes de la obra quedarán para siempre en su memoria, produciendo una empatía con un pobre hombre al que, de todo corazón, le deseamos lo mejor.

PS: Sentir en el cogote de uno a Robert Wilson viendo a Robert Lepage produce, cuando menos, una sensación curiosa. ¡Qué cosas pasan en Salamanca!

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