domingo, 23 de enero de 2011

Nothing is real


















El piano y la tetera, listos para la interpretación de Nothing is real de Alvin Lucier por Phyllis Chen en Portland, junio de 2010 . Foto de Naomi Bloom. Eso sí, me quedo con la versión de Marino Formenti (Wergo, 2003)

¡Es la tetera, joder!. ¡Estamos en la tetera!

sábado, 22 de enero de 2011

Éste no podía ser el futuro













Imagen de La Jetée. Chris Marker (1962)

Pero si como futuro es malo, como pasado, es demoledor.

sábado, 8 de enero de 2011

El Gólgota














Píxeles de Cage. Sobre imagen original de NY Times Book Review. 

En el Golgota Pícnic, Rodrigo García, Gonzalo Cunill, Nuria Lloansi, Juan Loriente, Juan Navarro, Jean Benoit Ugeaux, Marino Formenti, Carlos Marquerie, Daniel Romero, Ramón Diago, John Romao, Belén Montoliu y Marc Romagosa lanzan una bomba atómica. No es Cage en Milán haciendo las Empty Words. No es Antoine Beuger haciendo el Calme Etuende (Spinoza). No es, ni siquiera, Merzbow increpando a gritos al espectador. Nada de eso. Es un texto fabuloso, es vida y sociedad en escena y es -ése es el detonador- Marino Formenti haciendo las Siete últimas palabras de Cristo en la cruz de Haydn. El aspecto del paisaje tras la explosión es absolutamente desolador.

lunes, 3 de enero de 2011

El fracaso como claro diagnóstico













 Imagen de El sacrificio. Andrei Tarkovsky.

El fracaso. No cabe otro diagnóstico racional. Y que nadie me llame pesimista, joder. El fracaso entendido como diagnóstico, y no como actitud. Y estoy dispuesto a quemar lo que haga falta. Y estoy dispuesto a hacer los sacrificios que ahora no soy ni capaz de pensar. Y estoy dispuesto a luchar contra las enfermedades. Y estoy dispuesto a dialogar con brujas, santos y demonios. Pero es necesario partir de la asunción de este fracaso. Fra-ca-so. Evidentemente, no vive en nuestra boca con la misma intensidad que lo hacía Lolita, pero hay palabras peores.