Rubén, no me importa lo que digan los críticos. Nunca he querido explicar mi música. Mi música consiste en algunos sonidos y silencio, y eso es todo.... Para mí, la música es un modo de vincularme con la sociedad que me rodea, de examinar las distintas maneras de cómo somos. A este respecto, gran parte de la crítica musical afirma que la música debe progresar y, superficialmente, es cierto que evoluciona, pero se trata de una evolución superficial, casi de modas. A no ser que nuestro espíritu -algo más profundo que las modas- progrese, resulta ridículamente extraño pensar que la música (como todo el arte) progrese de verdad. (Entrevista realizada por Rubén a Taku Sugimoto para Oro Molido, Agosto 2004)
Han pasado ya unos cuantos meses desde la primera escucha de Saritote, de Taku Sugimoto con la cantante Moe Kamura. Y cuanto más tiempo pasa, más me gusta. Procuro no escucharlo más, por si las moscas, y quedarme con esos 11 minutos que por su aparente ligereza y estudiada fugacidad son algunos de los más vivos que he escuchado ultimamente. Taku Sugimoto, en silencio casi desde Italia (A bruit Secret, 2001), presentando grandes marcos de tiempo en los que sus notas (o las de sus compañeros, desde Tokio hasta Viena) nacen, crecen y mueren, graba con Moe Kamura un ciclo de canciones, 7, con una duración total de 11:49 (saritote Disk, 2007). Cage, también presente. El uso del piano de juguete es obvio, pero también el uso de la voz y las melodías elegidas, que recuerdan a buena parte de las canciones compuestas por Cage (Joan La Barbara. Singing through John Cage. New Albion. 1990). Y, claro, la quietud (quietud que supera a la inacción de Sugimoto en las grabaciones de sus improvisaciones y composiciones de los últimos siete años http://www.universosparalelos.org/oromolido/articulos.asp?fecha=22)
Hace unos meses, la ONE hizo una eficaz versión de la Canción de la Tierra. ¿Cuándo un gestor con ojo, oido y sensibilidad se atreverá a programar, justo despues del final de Der Abschied , el ciclo Saritote, con la orquesta aún presente? Probablemente eso no ocurra jamás, pero sería la hostia (y para algunos, en plena cara).
No quiero escucharlo más, pero creo que este verano no tendré otro remedio que volver a Saritote.