domingo, 30 de octubre de 2011

Wilson













Lucinda Childs en la escena del tren en Einstein on the Beach. Fotografía de Babette Mangolte

Hoy he visto el ensayo del Pelleas de Robert Wilson, y, joder, me ha parecido un bonito envoltorio insustancial. Habrá quien diga que éso es la obra de Wilson en su totalidad, y yo se lo negaría hasta desgañitarme. Si bien en Madrid no hemos visto mucho, sí hemos tenido la suerte de ver el Einstein on the Beach allá por el 1992 (con las diagonales de Lucinda Childs), y el Don Juan Último (aún tengo clavada en la retina las imágenes de Toni Cantó y Natalie Seseña en pelotas atravesando el escenario con una manzana en la boca) ese mismo año. Y sobre todo, el The Days Before (Death, Destruction and Detroit III), ¡qué cosa más maravillosa!. Y el Woyzzeck de Tom Waits, e incluso I La Galigo, y hasta el asunto gospel La Pasión de San Antonio (y me muero de ganas de ver la HamletMachine y, sobre todo, el Quartett de Heiner Müller. Y también los Happy Days y Krapp's Last Tape de Beckett). Pero sí, también vimos el Corvo Branco (también en el Real) y La Dama del Mar (el Osud de Janácek me lo perdí)., que me parecieron igual de vacías que el Pelleas de esta tarde  Todo parece que lo hayamos visto ya. Podría parecer que bajo ese traje pret a porter se puede meter cualquier cuerpo, consiguiendo un buen aspecto. Pero el cuerpo del Pelleas es uno muy particular, y este traje de Armani no le sienta demasiado bien. Niega la emoción, pero luego se recrea en los momentos más efectistas (la muerte de Pelleas y la "vida" de Melisande), de manera incoherente con un enfoque que da la sensación que no se ha atrevido a llevar hasta el final, quizás por peligro de congelación. Qué pena!. Qué oportunidad perdida para enfriar hasta el hielo el Pelleas, o, también, haber llevado la atmosfera de sueño hasta el final!. No pediríamos ya el tomar partida por un personaje (la Melisande como la Nora de Ibsen: ¿para cuándo una Melisande por Lepage, un Pelleas por Cassier?). Pero si huimos del realismo (mediado por emociones descafeinadas), huyamos de verdad!. Hace ya algunos años vimos esa reducción para dos pianos del Pelleas firmada por Peter Brook, que tampoco me gustó. Pero al menos me pareció sincera. Lo de hoy no.

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